Los españoles que
llegaron al actual territorio de Chile se encontraron a su arribo con
una serie de pueblos, los cuales se diferenciaban unos de otros por
poseer marcadas y propias características culturales. Las etnias
prehispánicas existentes a la llegada de los conquistadores sufrieron
severas transformaciones, debido a la influencia europea (la española,
en mayor medida), que llevó a algunas de ellas a la desaparición; sin
embargo, sus influencias se pueden encontrar a lo largo y ancho de
nuestro país.
A continuación, presentamos los pueblos originarios de Chile
más importantes; changos, atacameños, diaguitas, picunches,
chiquillanes, pehuenches, puelches, mapuches, huilliches, chonos,
cuncos, tehuelches, onas, alacalufes y yaganes.
Changos.
A pesar de que se conoce poco sobre el origen de los changos, se sabe que geográficamente se ubicaban
en la costa norte de Chile, desde el río Loa hasta Coquimbo, aunque se
han encontrados vestigios de su presencia en las inmediaciones de la
costa de Pichidangui, por los que se les considera una cultura marina. Los changos se organizaban en bandas nómadas que se trasladaban en balsas construidas con cuero de lobo marino. Sus principales actividades económicas
eran la caza (lobos marinos, focas, ballenas), la pesca y la
recolección de mariscos; para ello fabricaron arpones, anzuelos, flechas
y cuchillos, además, de redes a base de fibras vegetales. Los changos,
esporádicamente, se refugiaban en las zonas costeras en donde lograron
establecer contactos con los pueblos agricultores del Norte Chico
(diaguitas); fruto de estas conexiones fue la leve incorporación a su
dieta del maíz.
Atacameños.
Los atacameños eran un pueblo agroalfarero que se desarrolló en las cercanías del río Loa y en los oasis del desierto de Atacama. En el plano administrativo y político,
los atacameños se organizaron en señoríos conformados por pequeñas
tribus que eran independientes entre sí, por lo que nunca lograron
constituir un estado centralizado. Debido a las adversas condiciones
climáticas para desarrollar la agricultura, los atacameños construyeron
complejos sistemas de regadío que les permitían aprovechar a cabalidad
los escasos recursos hídricos; a raíz de ello pudieron cultivar maíz,
papas, porotos, ajíes y calabazas. Los atacameños, además, practicaron
la ganadería de auquénidos como alpacas y llamas; estos últimos animales
eran utilizados para formar caravanas y transportar mercancías que
intercambiaban con los pueblos del altiplano boliviano y del noroeste
argentino. Debido a los frecuentes conflictos que se originaban entre las etnias por el control de los recursos hídricos, los atacameños debieron levantar fortalezas o pucaras para resistir los ataques de pueblos rivales. En el plano religioso
desarrollaron cultos a divinidades relativas a la fertilidad y
practicaron complejos rituales funerarios. Los atacameños hablaban la lengua cunza, que en la actualidad se encuentra desaparecida.
Diaguitas.
Los diaguitas eran un pueblo agroalfarero
que se desarrolló en la zona que corresponde al Norte Chico del país,
específicamente en los valles transversales ubicados entre el río
Copiapó y el río Limarí, los que se forman por los cordones montañosos
que atraviesan el territorio de la cordillera a la costa. Políticamente,
los diaguitas se organizaban en señoríos compuestos de varias aldeas autónomas; además, los diaguitas constituyeron las llamadas sociedades duales,
en las que cada valle tenía dos señoríos de los cuales el más poderoso
era el que se ubicaba valle arriba, puesto que controlaba el flujo de
los escasos causes de agua. Su principal actividad económica
era la agricultura, aunque también desarrollaron la ganadería del
guanaco y las llamas, y en ocasiones, cuando se aproximaban al borde
costero, practicaron la pesca; los principales cultivos de los diaguitas
eran el maíz, las papas, los porotos, los ajíes y los zapallos. Es
preciso señalar, que al igual que los atacameños, contaban con escasos
recursos hídricos, por lo que construyeron sistemas de regadío artificial
en el interior de los valles. Los diaguitas son considerados grandes
artistas, puesto que conocieron y desarrollaron la metalurgia del cobre,
aunque se destacaron mayormente en el campo de la cerámica y la
textilería, gracias a sus vasijas con forma de pato y a sus elaborados
diseños de prendas de vestir. Hablaban la lengua kan kan.
Picunches
Los picunches se ubicaban entre los ríos Aconcagua e Itata; eran
tribus de agricultores que se repartían en asentamientos dispersos por el territorio que ocupaban. Su
principal actividad económica era la agricultura y cultivaban papas, maíz, porotos y quínoa. Los picunches
vivían en rucas, las que eran viviendas construidas con palos y ramas y que no poseían ventanas. En el
plano artístico destacaron por desarrollar una alfarería que se supone estaba influenciada por los incas; de hecho, el
territorio que habitaban los picunches era la frontera meridional del Imperio Inca. Los picunches, en el
ámbito religioso,
practicaban el culto a los antepasados o animista; creían en la
existencia de una vida después de la muerte. Hablaban la lengua
mapudungún.
Chiquillanes
Los chiquillanes eran
bandas de cazadores recolectores nómadas,
las que deambulaban en las cercanías de la Cordillera de los Andes y
que pertenecen al periodo cultural anterior a la adopción de la
agricultura (por eso se les llama pre agroalfareros). La
dieta de los chiquillanes se basaba fundamentalmente en la caza del guanaco y la complementaban con el consumo de frutos silvestres que recolectaban.
Pehuenches
Los pehuenches eran
bandas nómadas de cazadores recolectores que recorrían ambos lados de los faldeos cordilleranos ubicados entre Chillán y Los Ángeles. La
lengua de los pehuenches era el mapudungún y se estima que fueron
altamente influenciados por los mapuches;
de hecho, el principal elemento de su dieta era el piñón, el cual
recolectaban de las araucarias. No se conoce desarrollo artístico propio
de los pehuenches.
Puelches
Los puelches son otra
banda pre agroalfarera que
recorría las inmediaciones de la Cordillera de los Andes, desde el sur
de Los Ángeles hasta la altura de Osorno. A diferencia de los
pehuenches, la
base de la alimentación de los puelches era la caza;
sus principales presas eran guanacos, zorros y venados. Del mismo modo,
los puelches cubrían sus cuerpos con cueros y pieles de los animales
que cazaban.
Recibieron la influencia mapuche y hablaban el mapudungún, aunque no llegaron a adoptar la agricultura ni el sedentarismo.
Mapuches
Los mapuches son una etnia compuesta por una serie de tribus seminómadas que se hallaban dispersas
desde el río Itata hasta las cercanías del río Toltén.
En este territorio las tribus mapuches se hallaban organizadas en
pequeñas comunidades, las que estaban formadas por extensas familias
consanguíneas de aproximadamente 50 miembros; a estas comunidades o
clanes se les denominaba
lov, y eran
conducidos por un lonco. Los clanes o lov, en tiempos de guerra o hambruna, se reunían en una agrupación más grande conocida como
levo, la que llegaba a contar con alrededor de 3.000 personas;
el levo era dirigido por un cacique que era elegido entre los loncos de cada lov. La base de la
dieta mapuche
era el piñón, fruto que obtenían mediante la recolección; su
alimentación la completaban con el consumo de animales que cazaban como
zorros o pumas. Los mapuches hablaban la
lengua mapudungún,
hecho por el cual a todas las demás etnias que compartían este elemento
se les suele considerar mapuches; por ello, para diferenciarlo, a los
mapuches en algunas ocasiones se les designa como
araucanos, término que fue utilizado por los españoles para denominar al
pueblo más numeroso y belicoso que encontraron en Chile.
Huilliches
Los huilliches son otra etnia seminómada que hablaba mapudungún y que tenía a la caza como
principal actividad económica; el territorio que ocupaba este pueblo, se halla en la zona comprendida entre el
río Toltén y el
río Bueno. En el
plano sociopolítico, los huilliches se organizaban en
cavies
o grupos de alrededor de 400 miembros que eran liderados por un lonco.
Del mismo modo que los mapuches, poseían la institución del
levo y del
cacique; cada levo era compuesto por 7 u 8 cavies. Como señalamos, para los huilliches
la caza era su medio de subsistencia y por ello, además, usaban prendas fabricadas con cueros y pieles.
Chonos
Los chonos eran bandas seminómadas que vivían entre el
Golfo de Penas y la
Península de Taitao
y uno de sus principales lugares de asentamiento estacional eran las
bordes interiores de la Isla de Chiloé; esta zona era recorrida por los
chonos en ligeras embarcaciones conocidas como
dalcas,
las que construían con tres gruesos tablones. Ocasionalmente, cuando
las condiciones meteorológicas eran muy adversas, los chonos se
establecían en las costas donde construían precarias viviendas con ramas
y cueros. Su
principal actividad de subsistencia era la
pesca y, esporádicamente, explotaban el cultivo de la papa. Los chonos también pertenecían al área lingüística del mapudungún.
Cuncos
Los cuncos son un pueblo de formación tardía que resultó de la
fusión entre huilliches y chonos, luego de que los primeros se establecieran en la isla de Chiloé y sometieran a los segundos. Este pueblo estaba
organizado en tribus, muy similares a los cavies huilliches. La
dieta de los cuncos
se nutría del cultivo de la papa y el maíz, por lo que tuvieron la
necesidad de levantar aldeas en las costas de la isla. Al igual que sus
antepasados, chonos y huilliches, hablaban mapudungún.
Aonikenk (Tehuelches)
Los aonikenk o tehuelches eran
bandas pedestres seminómadas que vivían en el territorio que va desde la
Patagonia hasta la
Tierra del Fuego,
y regularmente son incluidos dentro del grupo de pueblos influenciado
por los mapuches, debido a que estos últimos solían llamarlos
tehuelches; no obstante, se denominaban a si mismos como aonikenk, lo
que implica que
poseían una lengua propia. Su
principal actividad económica
era la caza, gracias a la cual se alimentaban con carne de guanacos y
ñandúes, a los que cazaban utilizando boleadoras, arcos y flechas. Los
aonikenk construían ligeras viviendas con palos y pieles.
Selknam (Onas)
Los selknam u onas eran
bandas pedestres que habitaban en gran parte de la
Tierra del Fuego, y que
basaban su economía en la caza de abundantes guanacos, zorros y aves; sus
principales armas
fueron el arco y la flecha. La alta disponibilidad de alimentos
permitió la subsistencia de una gran cantidad de población. Al igual que
los aonikenk, los denominados onas se llamaban a si mismo como selknam y
tenían una lengua propia; ello posibilitó que la etnia
selknam desarrollara una amplia variedad de mitos y leyendas basadas en
sus creencias religiosas. Los selknam vivían en tiendas semicirculares
que forraban con pieles y cueros.
Alacalufes (Kaweshkar)
Los alacalufes eran
bandas canoeras nómadas que habitaban los archipiélagos, fiordos y canales que hay entre el
Golfo de Penas y el
Estrecho de Magallanes. Los alacalufes
fabricaban canoas
con cortezas de árboles y palos, en las que desarrollaban gran parte de
su vida cotidiana; ello determinaba que la unidad base de la sociedad
kaweshkar fuera la familia, puesto que se trasladaban constantemente. La
dieta de los kaweshkar se componía principalmente de
mariscos, lobos marinos, nutrias y aves; esporádicamente se establecían
en tierra firme, especialmente cuando hallaban cetáceos varados y
cubrían sus cuerpos con pieles de animales.
Yaganes
Los yaganes eran un pueblo de
bandas nómadas canoeras que habitaban más allá de
Tierra del Fuego, en la orilla sur del
Canal Beagle y en las islas adyacentes. Su
principal actividad económica
era la pesca y la caza de animales marinos; de la misma forma que los
kaweshkar, los yaganes prácticamente vivían en sus canoas pero a
diferencia de ellos, no se vestían con pieles y cueros, por el
contrario, los yaganes solían andar desnudos. Otro rasgo particular de
este pueblo es el hecho de que sus mujeres eran excelentes buceadoras,
además de hábiles artesanas en la construcción de cestos.
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